La autoestima infantil no se enseña en una sola lección. Se cultiva cada día, como un jardín, con pequeñas semillas: una palabra amable, una mirada de confianza, un “tú puedes”
Como madre y psicóloga, he visto cómo muchos niños dudan de su propio valor porque comparan sus talentos con los de otros. En ese momento, los adultos tenemos un papel esencial: no se trata de inflar su ego, sino de ayudarlos a verse con los ojos del cariño y la aceptación.
En este artículo te comparto cinco estrategias prácticas para fortalecer la autoestima de los niños, junto con una propuesta especial: mi cuento El cisne que habita en ti, una historia que invita a reconocerse y quererse tal como uno es.
1. Valida sus emociones (no las corrijas)
La validación emocional es una de las herramientas más poderosas para construir seguridad interna.
Cuando un niño se siente triste, frustrado o enfadado, frases como “no llores” o “no es para tanto” anulan su vivencia. En cambio, decir “Entiendo que te sientas triste” o “Es normal sentirse así a veces” le transmite que su emoción tiene sentido y que puede confiar en ti.
👉 La validación no es consentimiento, es acompañamiento.
2. Celebra el esfuerzo, no solo el resultado
La autoestima sana no se basa en ganar siempre, sino en valorar el camino. Reconocer su esfuerzo —aunque el resultado no sea perfecto— enseña a los niños que lo importante es intentarlo, aprender y mejorar.
💬 En lugar de decir “¡Qué bien, sacaste un diez!”, prueba con “Me gusta cuánto te esforzaste en estudiar”.
3. Evita etiquetas y habla de comportamientos
Las etiquetas —incluso las positivas— pueden limitar la percepción que un niño tiene de sí mismo.
Frases como “eres torpe” o “eres un genio” lo encierran en una idea fija.
En cambio, describe lo que observas:
“Hoy has estado muy concentrado” o “Esa tarea te costó, pero seguiste intentando”.
Este tipo de lenguaje favorece una mentalidad de crecimiento y una autoestima más flexible.
4. Fomenta la autonomía desde pequeños
Permitir que los niños tomen pequeñas decisiones —vestirse solos, elegir su merienda, ayudar a poner la mesa— les ayuda a sentirse capaces y valiosos.
La autonomía es una fuente silenciosa de autoestima: cuando confías en que pueden, ellos también comienzan a creerlo.
5. Crea espacios para que se expresen
El dibujo, la lectura, la escritura o el juego simbólico son formas naturales de expresión emocional. A través de ellas, los niños procesan lo que sienten y descubren quiénes son.
Dedica tiempo a escucharlos sin juicio. Pregunta, observa, acompaña. Esa presencia constante es una de las formas más profundas de amor.
Un cuento para fortalecer la autoestima: El cisne que habita en ti.
Fuente: Portada
El Cisne que habita en ti (Primera Edición)
En mi cuento El cisne que habita en ti hablo precisamente de esa transformación interior: el momento en que un niño (o una niña) descubre que no necesita parecerse a nadie para brillar.
Fuente: Infografía "5 frases que fortalecen la autoestima"
Es una historia sobre autoaceptación y autoestima, contada con ternura y humor, ideal para leer juntos y abrir conversación.
✨ Descúbrelo en tecuentomiriamleon.es, un cuento que enseña a reconocerse, quererse y confiar en el propio valor. Y si quieres descargarte las infografías para colocarlas como carteles en casa o en el aula, puedes encontrarla en la web en El Club Secreto: Recursos gratuitos.
Y recuerda, que cada palabra que dirigimos a un niño deja una huella. Podemos usar nuestras palabras como espejos que reflejen confianza, amor y respeto.
Porque, al final, la autoestima no se enseña: se siembra cada día con gestos de cariño.
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